46 – Cookies y muros de pago

No podía pasar la oportunidad de crear una entrada sobre uno de los temas de moda de las últimas semanas: El jaleo que está habiendo con el asunto de las cookies y los muros de pago que han implementado la mayoría de medios de comunicación.

Hasta ahora y por normativa europea, los medios de comunicación debían de mostrar un aviso al entrar a ellos indicando el uso de las cookies y dando la opción al usuario de aceptarlas o rechazarlas antes poder acceder a la página en cuestión. Pues bien, desde hace unos días esto sigue siendo así pero ahora piden dinero para acceder a las páginas si rechazas el uso de las cookies ya que la normativa indica que deben de ofrecer la posibilidad de que el usuario las rechace pero no que dicha opción deba de ofrecerse obligatoriamente de forma gratuita… si suena a chantaje, es que posiblemente sea un chantaje o una burla hacia el usuario, cosa que no me queda claro del todo, pero no creo que mucha gente termine pagando tan solo por evitar las cookies de su medio de comunicación favorito.

La mayoría de la gente no habrá caído en ello, pero en el aviso de las cookies generalmente se indica el número de «socios» con los que el medio compartirá tu información y casi siempre es un número que varía entre los 400 y 800 «socios»… lo que significa que estamos compartiendo la información con entre 400 y 800 empresas de las que no tenemos conocimiento y cuya actividad la mayoría de las veces ni siquiera está relacionada con la del medio de comunicación. A mí, particularmente, me parece indecente y poco ético que haya tantísimas empresas interesadas en conocer la actividad que realizo o dejo de realizar en una página concreta.

La mayoría de gente tragará con esta nueva imposición y accederá a los medios aceptando el uso de las cookies, por lo que para esta gran mayoría de personas realmente nada ha cambiado. ¿Pero que pasa con la gente que acostumbraba a rechazar las cookies para evitar el espionaje y el que compartiesen su información sin haber dado un consentimiento explícito?

Pues tendrá dos opciones: O pagar para navegar libre de cookies (nada nos garantiza que incluso pagando no haya alguna cookie por ahí) o poner medios para acceder a las páginas sin compartir más información que la que nosotros queramos.

No existe una fórmula mágica con la cual podamos librarnos de todo el seguimiento que se hace de nosotros en internet por parte de las empresas, pero sí que tenemos a nuestra disposición medios que nos ayudan a ponérselo un poco más dificil o a minimizar todo lo posible la información que consiguen recopilar de nosotros.

Una cosa que influye muchísimo (aunque en un primer momento pueda no parecerlo) es la elección que hacemos sobre con qué navegador accedemos a internet. No es lo mismo hacerlo con Google Chrome (pocas empresas hay tan interesadas en nuestros datos como Google) con su configuración por defecto que con un navegador centrado en nuestra privacidad. Aquí no hay medias tintas: No se puede hablar de privacidad utilizando navegadores como Google Chrome, Microsoft Edge u Opera (los dos primeros por pertenecer a empresas con muchísimos intereses en nuestros datos, y el tercero por venir de cierto país que no es demasiado respetuoso con los derechos y la privacidad de las personas, como es China).
En teoría Chromium es un motor libre, pero su desarrollo va guiado por Google y lo que diga esta empresa va a misa, por lo que a medio o largo plazo vería un suicidio que se estableciese como un monopolio en el mundo de los motores (que es hacia donde va) y por lo que no recomendaría ningún navegador basado en este motor si de verdad queremos buscar la privacidad… lo siento por Brave, navegador que he utilizado durante bastante tiempo, pero además de estar basado en Chromium últimamente parece que la privacidad y el propio navegador tan solo son una excusa para introducirte en el mundo de las criptomonedas.

Así pues, de cara a mantener la privacidad solo podría recomendar Mozilla Firefox o alguno de sus derivados (en «el mundo Linux», también podría recomendar Epiphany o Falkon).
También recomendaría configurar el navegador para que eliminase las cookies y los rastros de navegación una vez que se cerrase la sesión, la protección contra rastreo en modo estricto (en teoría hay sitios que no funcionarán bien configurándolo de esta manera, pero yo al menos no me he encontrado ningún sitio que haya dejado de funcionar por ello) y la instalación de ciertas extensiones.
En mi caso utilizo un par de extensiones que son «uBlock Origin», para eliminar los anuncios, banners y elementos de seguimiento de las páginas y «Geminize» para poder acceder a los sitios que utilizan el protocolo Gemini, que en su mayoría son blogs y páginas minimalistas.
Por supuesto, hay más extensiones y más específicas que se pueden utilizar para estos menesteres, pero he preferido indicar tan solo las que son utilizadas por mí.

Dada la deriva de los medios generalistas en lo referente al tratamiento de los datos y las cookies, también recomendaría utilizar la extensión «Bypass Paywalls Clean (D)» que nos permite acceder a las noticias que no podemos leer habitualmente por no ser suscriptores de dichos medios. Extensión que jamás habría recomendado si no hubiesen quitado la opción de poder navegar por sus páginas sin cookies.

Como dije al principio, el tema de las cookies y los muros de pago ha levantado mucha polvareda, pero aun así creo que se habla poco de ello para las implicaciones reales que tienen sobre lo que hasta ahora ha sido internet.
En nuestra mano queda pasar por el aro una vez más y tragar con todo lo que las corporaciones que controlan realmente internet quieren, luchar con los medios que podamos para proteger y mantener la poca privacidad que aún nos queda en internet o, siendo lo más radicales posibles, negándonos a visitar las páginas que impongan muros de pago o no nos permitan navegar sin las cookies de seguimiento por ellos.
Yo, de momento, me sitúo en el segundo grupo y trato de proteger mi intimidad lo poco que me es posible.